Introducción
La robótica y la inteligencia artificial han experimentado avances significativos en estos últimos tiempos, y cada vez más, estas tecnologías ya las incorporamos en las tareas diarias. Con la ley de Moore, somos aún más conscientes de la aceleración del progreso tecnológico gracias a los algoritmos, a la IA, al Big Data o la robótica. Aquí es donde las 3 leyes de la robótica, propuestas por Isaac Asimov en 1950, cobran importancia.
A continuación, vamos a conocer la vida de Isaac Asimov, las tres leyes de la robótica, su relevancia en la actualidad, y también los miedos relacionados con todo este mundo.
Isaac Asimov: una breve biografía
Isaac Asimov (1920-1992) fue un escritor y profesor de bioquímica nacionalizado estadounidense y nacido en Rusia. Es conocido por su prolífica producción literaria, con una amplia variedad de géneros, como ciencia ficción, historia y divulgación científica. Asimov es famoso por sus series de novelas y cuentos sobre robots, en especial por su serie de «La Fundación» y «Yo, Robot». Fue en este último donde introdujo las 3 leyes de la robótica. Más información en la Wikipedia
Las 3 leyes de la robótica;
- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley.
Comentario sobre las 3 leyes de la robótica
Las 3 leyes propuestas por Asimov fueron diseñadas para garantizar la seguridad en las interacciones entre los humanos y los robots. Lo que pretende establecer como punto de partida fundamental es la vida humana. La máxima prioridad es el ser humano, seguida de la obediencia a las órdenes de ese ser humano y, por último, la propia existencia del robot, siempre que no entre en conflicto ni con la primera ni con la segunda ley.
Estas leyes de Asimov fueron creadas en el mundo de la ciencia ficción, pero eso no ha sido óbice para que se consideraran como mandamientos en la robótica. Han ayudado a establecer una guías, en cuanto a desarrollo o regulación de la robótica y la inteligencia artificial en el mundo actual. Con el paso del tiempo, su aportación ha constituido una base para que los expertos en ética puedan adaptar estas 3 leyes a situaciones realmente complejas o contextos específicos.
Riesgos y temores en torno a la robótica
Aunque las 3 leyes de la robótica pretenden establecer un marco de seguridad, existen riesgos y miedos asociados al desarrollo y uso de robots e inteligencia artificial. El principal miedo que aparece es el relacionado con la pérdida de puestos de trabajo. Pero no solo es éste, sino también las implicaciones en cuanto a la propiedad intelectual, la privacidad, la anonimización, los datos sesgados (biased), los problemas de copyright o incluso la mala utilización por parte de individuos malintencionados o gobiernos autoritarios. Además, existe el miedo descrito por Alan Turing a la «singularidad tecnológica», cuando la inteligencia artificial sobrepasa la capacidad humana y por tanto, que ésta pudiera tomar el control total.
La necesidad de conocer las implicaciones éticas y legales de la robótica y la inteligencia artificial
Aunque no nos demos cuenta, la IA está presente entre nosotros desde hace ya tiempo, como por ejemplo en las recomendaciones de Netflix, la telemedicina o los vehículos Tesla. Por ello, se hace necesario comenzar a plantearnos cómo abordar los problemas que están surgiendo y van a surgir, para así enfrentarnos de manera más sosegada al cambio en el modelo de sociedad que ya es imparable.
La discusión de estas 3 leyes de la robótica de Asimov pueden ser el punto de inicial para una normativa armonizada (igual para todo el mundo) y que sirva de guía de actuación para todos. Por ejemplo, se podrían plantear nuevas leyes y principios que aborden preocupaciones específicas, como la transparencia en la toma de decisiones, la protección de la privacidad y la igualdad en el acceso y uso de tecnologías avanzadas, los sesgos o las verificaciones.
Además, es necesario establecer una colaboración real entre todos. Entre las empresas que ya están trabajando con robótica e inteligencia artificial que deben conectar con los expertos en ética, y a su vez los legisladores y la sociedad en general, deben discutir y establecer límites y regulaciones que aseguren que la robótica y la inteligencia artificial sean utilizadas de manera responsable y beneficiosa para todos.
Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
– Yo Robot (1950) de Isaac Asimov
Conclusión
Las 3 leyes de la robótica de Isaac Asimov, aunque concebidas en el año 1950 y pensadas puramente como ciencia ficción, todavía contienen la base de pensamiento fundamental en cuanto a los límites de la robótica y la inteligencia artificial. Al estar ya presentes estas tecnologías entre nosotros, es prioritario que aprovechemos el momento para ser conscientes de su importancia y que también nos comprometamos en garantizar que su desarrollo y aplicación estén guiados por principios éticos y responsables. Solo así, de esta manera, la IA y la robótica podrán ayudarnos, mejorarnos, curarnos y plantearnos caminos que nosotros mismos creíamos impensables.