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Browder apuesta por no pagar a los abogados

Joshua Browder, fundador de la empresa Do Not Pay (No Pagues), saltó a los medios de comunicación a principios de este año en EEUU por querer llevar un abogado robot a una sala de juicios.

Joshua Browder, fundador de la empresa Do Not Pay (No Pagues), saltó a los medios de comunicación a principios de este año en EEUU por querer llevar un abogado robot a una sala de juicios.

Joshua pretendía que en un juicio en California (22/02/2023) la defensa de las partes se llevara a cabo por un robot abogado.

Finalmente indicó que recibió amenazas y posibilidad de ingresar a prisión durante 6 meses si continua en su empeño. Finalmente desistió.

¿Pero quién es Joshua?

Joshua Browder es CEO de la startup DoNotPay, con sede en Nueva York.

Su empresa Do Not Pay quiere convertirse en el «Robin Hood» de internet.

La empresa quiere que te olvides de acudir a un abogado y acudas a los Tribunales con argumentaciones generadas por IA.

Alguno de los temas que proponía era recurrir multas.

Actualmente Do Not Pay cambió su enfoque y aboga por ayudar a los consumidores.

Ofrece sus servicios de «resolución inmediata de conflictos» relacionados con reclamaciones por llamadas comerciales no deseadas, la cancelación de pruebas gratuitas o suscripciones, la ejecución de derechos de garantía de los consumidores o cancelación de cuentas bancarias.

¿Cómo consigue deshacerse de los abogados?

Fácil. Con Inteligencia artificial (IA). O eso es lo que prometía.

Browder pretendía realizar una escenografía en un juicio. Para conseguir más expectación lo anunció a bombo y platillo en Twitter con la suculenta oferta de pagar la cifra de 1 millón de dólares.

«…pagaría a cualquier abogado un millón de dólares por argumentar ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos llevando unos AirPods y repitieran los argumentos generados por IA de su «abogado robot».

«La persona que impugnara una multa de velocidad llevaría unas gafas inteligentes que grabarían los procedimientos judiciales y dictarían las respuestas al oído del acusado desde un pequeño altavoz. El sistema se basaba en algunos de los principales generadores de texto de IA, como ChatGPT y DaVinci.»

La realidad de Do Not Pay pretendía ir más allá. Su pretensión inicial era cubrir a todas esas personas que por lo costoso que resulta en EEUU, no pueden permitirse un abogado.

El futuro de los robots abogados todavía es una incógnita, pero no debemos olvidar que cualquier ayuda que permita resolver problemas tendrá que ser al menos valorada.

Otra cuestión es si esa ayuda es o no interesada.

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